En su estudio construye un mural de mosaicos con técnica bizantina, ésa es su versión de la modernidad. 

AMAR Y ROMPER LA TRADICIÓN

En ese momento ya habíamos recibido ejemplo de los tres llamados grandes de la pintura, que eran Siqueiros, Diego Rivera, Orozco e inclusive Tamayo, todo estaba adentro de la expresión política. Nosotros éramos muy jóvenes, a mí me tocó pescarme de la parte de atrás del gran cabús de la pintura mexicana nacionalista. Realmente quería responder y respondí al hacer un arte figurativo, tener al ser humano conmigo, muy especialmente al ser femenino, y también seguir una orientación, de hacerme paisajista, de pintar naturalezas muertas, bodegones, hacer composiciones para murales. Quería ser muralista.

LA RUPTURA, LA FRACTURA

No sentí para nada el deseo de hacerme abstracto como la mayoría de mis compañeros. Simple y sencillamente no me pelaron muchos de los artistas, hubo marginación absoluta a todos los que queríamos ser pintores figurativos y hacer pintura mural. Se puede hacer pintura mural abstracta, pero creo en la idea de hacer pintura relacionada con las situaciones que vive el hombre, es lo que le digo a la gente joven: tienen que ver el medio que los rodea, desde las épocas más remotas el hombre vive para pintar al hombre y no para hacer unas manchas nomás así todas bonitas.

VER PINTURA

A los pintores jóvenes les recomiendo que son muchos los señalados, y pocos los elegidos. Aprendí a ver el entorno y en la Ciudad de México, los mismos pintores nos enseñaron a ver el entorno, a conocer nuestra cultura prehispánica y amarla para sentirnos más llenos de esa mexicanidad. ¿A qué pertenecemos nosotros?, eso es lo que le digo a los jóvenes, ¿cómo tenemos que cultivar una voz, un lenguaje para decir las cosas que queremos decir? Eso es lo importante y no estar viendo una fregada revista que llegó de Nueva York o de París. Realmente me he quedado con los míos, con los de mi generación y los he estudiado, le he perdido el hilo a la gente joven, no lo encuentro, quisiera que fueran más claros, que definan un lenguaje propio para poder decir algo.

PINTAR LO QUE VE

Pinto flores y me decía Pablo O’Higgins, “compañero, pinte algo más dramático, algo que tenga más fuerza”. Le dije “mire, maestro, la cosa es tener el golpe, el ritmo de Cézanne para pintar flores”, y todo el mundo ha pintado flores y ha pintado frutas porque las siente. Cuando aprendan a pintar unas flores, unas frutas, unas naranjas partidas, es cuando van a empezar a sentir la pintura y realizarla. Pinto mujeres, flores, paisajes, retratos, porque es lo que me rodea, es lo que siento, lo que veo, y ésa es la respuesta.

EL AMOR VISTO POR EL ARTE, AMOR ROBADO EN PRIMAVERA

Para mí el amor, todo es amor. Todo, todo, todo está relacionado con el sentimiento amoroso, entonces esto ya lo había realizado, es uno de mis temas favoritos. Lo tenía yo desde hace tiempo en una dimensión, lo saqué de un grabado y aquí lo acomodé a esta medida. Así tengo varios grabados que, muchas veces, los he reproducido sobre un fondo blanco y donde prevalece muy esencialmente la fuerza del dibujo, la fuerza de la línea, puede caer en romanticismo, pero estoy seguro de que la gente lo va a ver con buenos ojos y con sentimiento.

Acrílico sobre tela
174.5 x 124.5 cm
2017